Cestillo de pasta de papel

Hoy quería enseñaros un experimento que he hecho. Es sólo una prueba pero con ella he aprendido mucho sobre la utilicación de distintos materiales.

He hecho un cestillo con pasta de papel y mirad qué bonito ha quedado. Os cuento los pasos que seguí.

Pimero hice una pasta con polvo de papel, agua, cola y harina. Con ella cubrí un molde de plástico. Puse una primera capa y una vez seca puse otra, quedando todo cubierto y resistente.

El molde de plástico lo saqué fácilmente. La textura quedó un poco rugosa, pero me gustaba, así que sólo le pasé un poco la lija para dejar la superficie suave.
Y ahora viene mi descubrimiento, pues no sé si esto lo sabéis vosotras pero yo no lo sabía. Las hojas o los pétalos secos, si se introducen en agua se ablandan y pueden utilizarse para decorar objetos.

Sí, habéis leído bien. Yo tenía guardados petalos de rosas en un recipiente de cristal. Pues bien, cogí unos cuantos, los eché en agua y los fui pegando en el interior de mi cestillo.

Fijaos qué bonitos quedan. Se pegan sin problemas con la cola blanca. Si le damos varias manos de cola, mejor.
En el borde le puse una trenza que hice con un cordón, de esos que ya hemos comentado otras veces, de los que vienen en los bañadores de caballero y que no sirven para nada, ya que también tienen goma.

El cordón lo pinté de dorado y luego le di betún de judea.

Por el exterior di con dorado y plateado pero utilizando una esponja. Luego le di betún de judea, también. Creo que ha quedado con un aspecto metálico, ¿no?

Y ya está. Ya tengo un cestillo nuevo, que parece viejo, y que me ha enseñado muchas cosas.
Lo de la pasta de papel tengo que repetirlo y lo de los pétalos, también.

Bueno, espero que os haya gustado tanto como a mí y que podáis experimentar también vosotr@s. Seguro que disfrutáis y os salen maravillas.

!Feliz fin de semana!