Lo escribí en junio de 2005 y ya no lo recordaba. Menos mal que lo publiqué en el blog en septiembre de 2006 y acabo de encontrarlo.
Suscribo cada palabra como si la hubiera escrito hoy. Han pasado nada menos que 17 años, pero para mí siguen siendo esas personas que vinieron a mi vida y tanto me enseñaron y me siguen enseñando. Me siento feliz por ello.
Sois carne de mi carne,
sois sangre de mi sangre,
la luz que alumbra mi vida
la chispa que me da la alegría.
Desde que nacisteis mi vida cambió,
entrasteis con fuerza en mi corazón,
marcasteis el camino que debía seguir,
desde pequeños me hicisteis reír.
Sabéis que os adoro
sabéis que os admiro,
sabéis que siempre, siempre,
podéis contar conmigo.
Saldrá el sol,
vendrá la oscuridad,
cambiará la dirección de los vientos,
pero el amor que nos tenemos
hará que juntos recorramos
el camino de la vida y así,
cada uno,
conseguirá su sueño y su destino.
Sé que sois responsables e independientes,
os parecéis y, sin embargo,
sois muy diferentes.
Sabéis lo que es la generosidad
y el respeto humano,
defendéis vuestra libertad
como algo necesario,
amáis la vida, os ilusionáis
y lucháis por vuestros sueños.
Sois para mí un bello ejemplo.
Os quiero
y deseo seguir disfrutando
de vuestros abrazos
mucho tiempo.
(Conral, junio 2005)
6 comentarios:
¡Que hermoso poema! El amor de los hijos y padres perdura siempre.
Un abrazo.
Bonito poema. El amor de los padre es lo más especial-
Qué bonito poema!!! Gracias por traerlo de nuevo.
Besitos fuertes
Que bien que lo hayas traído de nuevo.
Todos los que somos padres nos sentimos identificados con ese sentimiento de amor puro e incondicional.
Es precioso, Conral!
Besitos
Es un poema precioso...
Que bien explicas lo que es ser madre...
Un abrazo, Conchi.
Que bonito, Concha madre no hay mas que una, no se puede decir más claro y mas bonito como tú lo describes.
Muchas gracias por dejarnos disfrutar a nosotros también de tus poemas.
Un fuerte abrazo.
Yoli y Jose
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