¡FELIZ AÑO NUEVO!

Me parece mentira que ya nos felicitemos para el 2015. Parece que fue ayer cuando lo hacíamos para el 2007. Desde aquella época estamos por aquí unas pocas, jeje, entre ellas yo. A lo mejor un día nos cansamos del teclas y nos dedicamos a otras cosas. A lo mejor a mí me pasa eso. Y es que en la vida tenemos etapas y es por lo que nos da. Yo creo que lo importante es que cada etapa la vivamos con ilusión y no con monotonía, pues eso nos lleva a la tristeza.
Cada vez me propongo más disfrutar de cada momento y estar lo mejor posible, haciendo aquello que me satisfaga y sin hacer daño a nadie.
De todas formas, si algún día dejo de venir por aquí, no penséis que me voy a olvidar de vosotras, que no, que os llevo en el corazón. Y sé que lo sabéis.

Bueno, quiero daros las gracias por vuestras felicitaciones por la boda de nuestro hijo. El sábado, 27 de diciembre de 2014, fue un día muy importante para nuestra familia y vivimos unos momentos inolvidables. Lo mejor es la alegría que teníamos todos, unida a la tranquilidad (ausencia de nerviosismo), pues estábamos dispuestos a dejarnos llevar y a disfrutar.
Previamente habíamos procurado organizarlo todo meticulosamente, como se hace con las obras de teatro, y después, el día del evento ya solo hay que dejar que los acontecimientos discurran. Y así fue.

No voy a poner fotos de personas aquí, pues cada vez soy más reaccia a dejar fotos en internet, así que solo puedo enseñaros estas, que las tengo por casualidad, porque yo no estaba para hacer fotos!!!

 Este es el arroz que rociaron los invitados sobre los novios a la salida de la iglesia. Así de bonito lo preprararon mi hermana y Miriam, una buena amiga.

Este es el cartel que pone RECIEN CASADOS en eslovaco (nacionalidad de la novia). Este cartel iba colgado sobre un coche descapotable que los esperaba en la puerta de la iglesia. Fue una sorpresa para ellos que preparó una prima nuestra. El coche es de sus hijos y se lo adornaron para que en él se fueran hasta el restaurante donde celebraríamos en convite. Como es de dos plazas tuvo que conducirlo el novio, así que fue muy divertido para ellos.

Tuvieron la idea de dar una broma a los invitados y pusieron el menú solo en eslovaco. Como podéis imaginar, había muy pocas personas que hablaran esta lengua pues Eslovaquia está lejos para poder venir a la boda, así que la mayoría de los invitados, que eran españoles, no entendían nada de la tarjeta del menú, jeje, ¡pero este detalle les gustó! Todos se reían intentando adivinar la comida.

SVADOBNÉ MENU

Studené a teplé predjedlá

Nápoje

MENU PRE 1 OSOBU

Španielska studená misa

etc

No lo voy a poner todo porque creo que no lo vais a entender, jeje

En esta foto podéis ver parte de la mesa de los novios. En ella estaba mi expositor con los algunos alfileres pues los otros iban con las almendras y también una galleta gigante que les enviaron desde su país. Estas galletas son típicas de allí y están buenísimas. La madre de la novia trajo una más pequeña para cada invitado y también otro detalle para cada uno: un corazón y dentro había una mariquita de mazapán, una moneda de chocolate y un clip gigante en forma de corazón.

Además, regalamos a cada persona un tarrito pequeño de miel de azahar, que está riquísima por cierto, jeje, hecha en un pueblo de Córdoba que se llama Hornachuelos, y un sobrecito con semillas variadas para sembrar. El sobre lo hicimos doblando un papel cuadrado en forma de maceta y fuera ponía un letrerito: 

"Sembremos para la vida siga. 

Daniel y Martina"

También regalamos una pastillita de jabón, que olía divinamente. Bueno, los había variados pero todos olían muy bien. Estos jabones fueron hechos en un centro de discapacitados de Marchena, pueblo de Sevilla, que se llama ADISMAR y que está regentado por unos amigos nuestros.

Después de la comida tuvimos unas horas de baile. La música fue escogida meticulosamente y, gracias a ello, la gente se hinchó de bailar. Cuando había que reponer fuerzas, disponíamos de una mesa con brochetas de fruta natural y unas bandejas de dulces finos variados, que estaban riquísimos. Y cada uno podía beber lo que quisiera pues era barra libre.

En fin, que nos divertimos mucho y compartimos este día con Martina y Daniel, que es lo que ellos querían.

Todos les deseamos felicidad y amor. Lo demás vendrá por añadidura.

Solo me queda desearos un 

¡FELIZ

AÑO

2015!