Cajas de puros

Quién no tiene en su casa una caja de puros de aquellos que se repartían en las bodas. Eran los padres o los padrinos (varones) los encargados de llevarlos por las mesas para los invitados masculinos.

Pero las cajas eran muy bonitas aunque eran de cartón, un cartón duro que nos servirían para guardar cosas. Yo tengo en mi casa varias y este verano me ha dado por decorar esos objetos que llevan tiempo conmigo y que me cuesta tirar, así que le cambiamos el aspecto y podrán estar otros pocos de años a nuestro lado.

Podréis imaginar que la caja la pinté al mismo tiempo que los objetos del rincón de costura y tenéis razón, pues una hace pintura y para no tirarla pues pinta y pinta, jeje...

Mientras esperamos a que sequen unos, pintamos los otros.

Le doy varias capas de pintura hasta que queden bien tapadas las letras. Mientras voy pensando e imaginando cómo la pintaré, qué motivo elegir,... algo diferente, pero qué???

¿Y si la pinto como si tuviese un pañito puesto encima? Probemos...

Al final el rojo y el gris fue sustituido por el negro. Eso pasa cuando se va pintando sin saber muy bien cómo hacerlo, sino dejándose llevar y cambiando si no gusta.

De tirador le puse un botón cuadrado que encontré. Como ya era dorado pues no tuve más que pegarlo.

En el centro del pañito hice un calado y alrededor le puse un encaje que cuelga por todos lados. Un encaje hecho a ganchillo con un hilo gordito...

Al final decidí bordarle aquellos ramitos que se bordaban a manos en los pañuelitos o en los pañitos. Yo aún conservo papeles de seda con dibujos para bordados. Los sacábamos de las revistas y luego los calcábamos en las sábanas, mantelerías o lo que se quisiese bordar. De ahí saqué este dibujo.

El interior también se puede decorar y para no complicarnos mucho podemos imprimir una foto que nos guste y pegarla. Yo lo hice con la flor de la cera que este año hasta tuvo gotitas de cera!! Luego le puse un pequeño detallito en una esquina, un capullito de tela.

Dentro podemos guardar recuerdos, como aquellos pañuelos de tela que antes usábamos y que han sido sustituidos por los de papel. Pero eran tan bonitos...

Otra de las cajas la pinté dejándome llevar por la mezcla de pinturas. Luego le di barniz y quedó muy bonita también.

Y ya está, dos cajitas más para la colección, pero estas son para mí.

Bueno, espero que os hayan gustado y que os animéis a decorar lo que queráis.

Quiero daros las gracias por todos los comentarios que me habéis dejado en la anterior entrada. Sé que valoráis no sólo mis trabajos sino el haberme puesto a tejer con los hilos de cobre y con las herramientas de mi padre, al que tanto conociais por sus excelentes creaciones. Pensé que no sería capaz, pero sí que fui y sigo siendo pues ya no voy a dejar, mientras tenga material, claro.

Gracias a tod@s por vuestro cariño y compañía. Me estáis ayudando mucho.