Cajita de madera transformada

Este es un trabajo que hice este verano.
Un día, a mediados de julio, vinieron a casa unos amigos. Rosa traía en las manos una cajita de madera. Al llegar me dijo: mira, Conchi, te traigo esta caja que me regalaron en un banco para ver si puedes decorarla. Me gusta la caja, pero no me gusta que lleve el nombre del banco.
Bueno, la cosa me pareció difícil ya que las letras estaban grabadas, no pintadas.
Le dije que lo intentaría. No podía comprometerme a más.

Pasados los días pensé que tenía que tomar una decisión con la caja de mi amiga. Ella me la había confiado y algo tenía que hacer.
Lo primero que hice fue pasarle una lija finita para ver si rebajaba el grabado de las letras. Algo se consiguió. Después decidí dibujar una rosa y pirograbarla. Dicho y hecho.


Como se puede ver en la foto el pirograbado no quedaba muy bien y no se podía dar sombras pues al quemar se levantaba el barniz de la tapa y yo no quería lijar demasiado para que no perdiera el color de la base. Así que decidí coger los pinceles y las pinturas acrílicas y empecé a pintar.
Para terminar le di varias manos de barniz de cuadros y creo que quedó bastante bien, ¿verdad?

Cuando se la di a mi amiga Rosa puso una cara de asombro increíble, jaja. Me dio un abrazo y me dijo que le encantaba. Así que yo tan feliz. Espero que la disfrute y que en ella guarde muchos bombones ¡o lo que quiera!

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Os doy las gracias por todas vuestras visitas y espero que podamos seguir compartiendo muchas cositas durante mucho tiempo, aunque ya con el trabajo tengamos menos para visitarnos.
Un abrazo.