Bordado en organdí

Hace unos días, buscando entre las fotos antiguas, encontré esta. Es una foto que siempre me gustó mucho porque además de retratar a una niña, que parece muy bonita, está llena de tantos recuerdos.

Aquí tenía yo unos tres años y llevaba puesto un vestido blanco, precioso, de organdí que me lo bordó mi tía Conchi. Me contó que lo hizo mientras trabajaba en el campo y lo llevaba metido en una “talega” de tela, para que no se ensuciara, atada a la cintura. Cuando paraban para descansar ella bordaba.

El vestido estaba lleno de flores de distintos colores y en la falda le formaba una cenefa. El punto que hizo se llama “punto de sombra” ya que por el derecho sólo se ve un pespunte por el contorno de la flor y las hojas cruzándose los hilos por detrás, pero muy espesos para que se vea la sombra de ellos. Como el organdí es una tela transparente pues queda precioso. El bordado está hecho en bastidor con hilos de madeja.

Como sé que ahora hay muchas personas que están volviendo a hacer bordados, ganchillo y demás manualidades, he querido traer esta foto por si alguien quiere hacerlo en un vestido para su hija, nieta o para unos visillos u otra prenda.

En esta foto aparezco también con un collar muy lindo que me regaló mi padre. Era de color amarillo con bolitas muy pequeñitas. Tanto el vestido como el collar los tuvo mi madre guardados durante mucho tiempo. Ahora tengo que investigar si aún están en algún cajón. Si lo encuentro volveré a poner una foto donde se aprecie mejor el bordado.

Estas fotografías antiguas son fantásticas ya que el fotógrafo, además de hacerlas maravillosamente bien, se entretenía en darle unos retoques de color pintando sobre ellas a mano. En esta se aprecian los tonos rosáceos en las mejillas y en el vestido.

Espero que os guste.

Conral, 15 de febrero de 2008.