Este es el primero de una serie de retratos que voy a hacer de fotografías antiguas.
Esta es mi tía Conchi, la hermana menor de mi padre (aquí tiene unos 17 ó 18 años, ahora tiene 72).
Esta es mi tía Conchi, la hermana menor de mi padre (aquí tiene unos 17 ó 18 años, ahora tiene 72).
Yo me llamo como ella y las dos como mi abuela Concepción. Antiguamente la tradición era que los hijos y las hijas nos teníamos que llamar como los abuelos, padrinos, padres, etc. Yo como soy la mayor de las hijas de mis padres (sólo somos dos) me tuve que llamar como mi abuela paterna y mi hermana como nuestra abuela materna.
La tía Conchi siempre tuvo un bar (ahora ya no) y yo tengo unos recuerdos muy curiosos de cuando era niña. El bar tenía un salón donde hacían bailes en determinadas fechas. A mis padres les encantaba bailar, así que eran los primeros en llegar y los últimos en marcharse (hasta barríamos el salón de mi tía). A mí me llevaban siempre con ellos y como era muy pequeña me ponía a jugar y correr entre las parejas que bailaban.
En aquella época (años 60) era costumbre bailar dos mujeres juntas los pasodobles, tangos, etc. Las mujeres mayores se sentaban alrededor del salón y miraban. Los hombres se quedaban en la barra bebiendo y de vez en cuando invitaban a las señoras a una copita de anís dulce. Los matrimonios jóvenes, como mis padres, bailaban sin parar. Los hombres solteros hacían un corro alrededor del salón y esperaban a ver si podían bailar con alguna de las muchachas también solteras. De vez en cuando se acercaban dos de ellos a “partir pareja” de dos de las que estaban bailando en aquel momento y si ellas aceptaban pues bailaban dos o tres piezas.
En el salón de la tita Conchi se hicieron muchas fiestas. Allí aprendí yo a bailar siendo muy jovencita y me enseñó mi padre, pues él era el mejor bailarín junto a mi madre.
En ese salón, más tarde, celebramos mi marido y yo nuestra boda como lo hicieron otros miembros de mi familia y de otras familias.
Ayer fui a su casa a enseñarle y, por supuesto, a regalarle el retrato que le pinté, pues ella no sabía nada, ya que yo encontré la foto antigua en casa de mis padres. Cuando lo vio se emocionó y empezó a recordar de cuándo era aquella fotografía. Luego me enseñó otra en la que está con mi madre, mi padre y su hermana, la tita Carmela, que será otra que pintaré.
Me he sentido muy bien haciendo este retrato. Espero poder pintar todos los que tengo en mente.
8 comentarios:
Que bonitooo,cuantos recuerdos de niñez me hiciste recordar.
Besitos.
Lucero
Hola Conchi, qué estupendo te ha quedado el retrato de la tita, mira, sigue con el tema porque me parece precioso.
Me ha gustado el comentario, porque se nota muchísimo que eres de una zona próxima a la mía y más o menos de la mi misma edad.
En tu comentario, las mismas costumbres de poner nombres a los hijos mayores de las abuelas, el mío es Tomasa, como el de mi abuela una mujer estupenda y guapísima, a mi me gusta... También hija mayor, de 4 hermanos.
Y lo del baile, jejeje, también lo recuerdo con mucho cariño.
En qué zona de Córdoba vives???
(Te acabo de mandar un correo, antes de ver el retrato de tu tita)
Lo he pasado muy bien leyendo tu post ¡qué bonito lo cuentas!
No me extraña que tu "tita " se emocionara, no es para menos...te ha quedado precioso.
Enhorabuena por ese arte que tienes.
Un abrazo
Ya sabes que me encanta. Sigue, sigue (aunque no hace falta que te lo diga, lo vas a hacer si tú quieres, ja,ja). Besitos.
muy bonito el retrato y muy bonito el comentario, sigue escribiendo y pintando por favor. Te seguire
un abrazo Maru
Buenisimo Conralita, debe haber quedado muy contenta.
Te mando un besote.
En el retrato veo el recuerdo y el pasado, en tús palabras Amor. Bicos.
es precioso cielo, como ya te dije en el foro.....eres una artista de los pies a la cabeza CHAPEAU
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