Centro de mesa de cristal

Después de un año me decidí a pintar de nuevo sobre un objeto de cristal. Como casi todo lo que he realizado hasta ahora he utilizado materiales que tenía en casa.
Esta vez he cogido una tapadera de cristal de una sartén que no utilizaba, ya que era muy grande y pesada y temía que se pudiera romper. La tenía guardada, pero ¿para qué?. Así que un día me dije: voy a pintarla y si queda bien la pondré como centro en la mesa del salón y dentro pondremos los "mandos", esos artilugios que tanta lata dan.


Pues esa es la historia. Dibujé unas florecitas en un papel, lo sujeté con fixo por la parte de dentro y por fuera fui pintando con pintura acrílica, mi pintura mágica que utilizo para todo.
Pintar al revés cuesta ya que hay controlar que lo primero que se pinte es lo que se verá en primer plano.
La pintura acrílica resbala un poco sobre el cristal, lo que aumenta la dificultad.


Una vez pintadas las flores le di una mano de color crema para el fondo. Luego otra de color blanco, así se taparían todos los huequitos.
El borde lo pinté de azul marino, dándole varias manos de pintura, y el filito de arriba de dorado, así como toda la parte de abajo.


Más tarde le di betún de judea para oscurecerlo y enjecerlo. Lo limpié bien y cuando estaba totalmente seco le di una buena mano de barniz marino para protegerlo y poder limpiarlo sin problemas.

Me gusta cómo ha quedado. Espero que a vosotr@s también.