Transformar una simple botella de plástico en un jarroncito para poner unas flores secas o unas flores silvestres, es un gustazo.
Esta es la botella. El tapón lo guardamos para darlo a las personas que los juntan. Cortamos un trozo del cuello y empezamos a pintarla. Pintura, cola y arena.
En el culo le ponemos más cola y más arena para que pese y no se vuelque.
En la boca le enrollamos una cuerda.
Y ya está.
Como la botella tenía los huecos esos que me gustaban pues los pinté de otro color para destacarlos.
¿A que ha quedado chula? A mí me gusta!!!!
Os dejo un abrazo junto a mi agradecimiento por vuestras visitas y comentarios.
Pero que apañada eres, no se te resiste nada, ha quedado genial||||
ResponderEliminarUn saludo
¡buenisimas!!!
ResponderEliminarcariños
Eres tan creativa, siempre nos sorprendes, besos
ResponderEliminarEsta claro que eres capaz de dar una segunda oportunidad a lo que te apetezca, en este caso, le ha tocado convertir una botella en jarrón y, lo has conseguido. Te ha quedado precioso.
ResponderEliminarAbrazos.
Rosa.
Un resultado increible siendo que era una simple botella! Eres super habilosa querida amiga...ya me imagino las flores que le pondras!
ResponderEliminarBesos, feliz fin de semana!
Pero que bien que queda
ResponderEliminarSaludos
Tienes unas ideas geniales, muy bonito. BESICOS.
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