Las migas es un plato típico de nuestra tierra. Hay tantas versiones como pueblos o familias.
En Andalucía era lo que se comía antiguamente durante seis meses (los otros seis se comía el salmorejo) en los cortijos. Se hacían de madrugada para que los jornaleros las comieran antes de ir al tajo.
Yo recuerdo que en casa de mis abuelos se hacían muy a menudo en invierno. Normalmente las hacía mi abuelo en la candela de llama. Tenía una gran habilidad pues las hacía en forma de torta y las volteaba como si de una tortilla se tratase. Luego, fue mi madre la que se encargó de hacerlas siguiendo la misma costumbre.
Hace ya unos años que cogí yo el relevo y casi una vez a la semana hago las famosas migas.
Es mucho el pan que nos sobra y hay que aprovecharlo, no podemos tirarlo pudiendo hacer este plato con él.
Os cuento cómo las cocino yo, aclarando que sólo es una forma ya que hay variedades muy diferentes.
- Guardamos el pan que nos va sobrando durante una semana. Pan con miga (telera, redondo, de cantos...)
- Lo troceamos a pellizcos con los dedos. Si está muy duro se corta a rebanaditas con el cuchillo.
- Se coloca todo en un recipiente hondo (una olla) y se moja con agua caliente. Mientras se le echa el agua se remueve con las manos. Debe quedar mojado, no inundado.
- En una sarten se pone aceite (de oliva, a ser posible, pues salen más buenas). La medida es 1/4 de litro por 1 kilo de pan.
- Se echan bastantes ajos enteros y sin pelar. Si son muy grandes se les hace una raja con un cuchillo.
- Cuando los ajos están dorados se echa el pan y se sazona con un poco de sal (sin pasarse).
- En una sartén aparte se fríe un poco de chorizo cortado a rodajitas y algunas tiras de panceta troceadas.
- Removemos el pan y si queremos echamos el chorizo y la panceta en la misma sartén, si no podemos ponerlo después para acompañar, en un plato aparte o sobre las migas.
- Ahora toca remover y remover. Hay que controlar el fuego que no debe estar ni muy fuerte, pues se pueden pegar, ni muy débil ya que se tardaría mucho en hacer. Hay que dejarlas hasta que estén doradas.
- Para que queden a pelotones se remueven y se aplastan. Si las queremos sueltas se remueven y se airean.
- Una vez en la mesa podemos acompañarlas con almejas, sardinas asadas, naranjas, granadas, rábanillos, etc., sin olvidarnos de unas buenas aceitunas (partidas, rayadas, de ajo...), además del chorizo y la panceta si no los echamos a las migas. Y para beber, un vinito de la tierra, un buen vino blanco de Montilla, aunque el agua también hay que tenerla cerca!
¡Buen provecho!
Por favor migas, que buenasssssssss
ResponderEliminaryo las hago mucho, pero yo le frio ademas de lo que tu has dicho pimientos y una guindilla, lo frio todo primero,y encima, osea todo junto también el pan,yo lo como con naranjas esta de muerte.
El clasificador del bolso se pone cada cosa en su bolsillo se enrrolla y al bolso,pero tenia que haber puesto una foto, que fallo he tenido,ahora mismo lo arreglo. Besos
Me encantan con uvas!!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Conral,gracias por tu cariño,no sabes lo que me alegra volver a visitarte y darte un abrazo virtual,se que tus palabras son sinceras y sabes que yo tambien te quiero,gracias a Dios que todo va bien,espero volver pronto a ver tus cosas.Esas migas estan de miedo.Feliz domingo
ResponderEliminar¡¡Mmmmm!! ¡¡Qué rico!! Si hasta aquí llega ése aroma a buen aceitito de oliva, me recuerdas ami abuela, que tambien las hacía, solo que aquí en la Argentina, en el lugar donde vivían, no se tenía acceso a los frutos de mar, su chacra estaba en las sierras de Tandil.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo virtual....
Susana....
Conchi,las recuerdo cuando las hacía mi madre, pero acompañándolas con uvas. Tal vez sea costumbre en La Mancha.
ResponderEliminarYo también las he hecho alguna vez.
Muy buenas
Un abrazo
Por aqui no se estilan las migas, pero ta como explicas la receta se me ha hecho la boca agua, creo que provare a hacerlas
ResponderEliminarQue tengas una buena semana
besos Mary
¡Qué delicia! ¡Quisiera probar ya!
ResponderEliminarUn abraz♥
Estuve recorriendo tu blog, cuántas maravillas haces, me quedé encantada mirando largo rato, felicitaciones!
ResponderEliminarBesos
Robledo, nunca las probé con pimientos y gindillas, jeje. Gracias por darnos tu versión.
ResponderEliminarBlanca y Kety las coméis con uvas... ¡tampoco las probé así! Una idea más. Qué curioso las costumbres de cada zona, ¿verdad?
Maloles, me da mucha alegría verte por aquí. Cuando quieras migas, ya sabes, vente para acá, jeje.
La Calderón, me alegro que las migas te llevaran el olor del aceite de esta tierra. Seguro que tu abuela las hacía riquísimas también. Antes se hacían solo con pan, aceite y ajos.
MaryCarmen, espero que las hagas y nos cuentes que tal te salieron. Ten cuidado con la medida del aceite. la que puse es la exacta, al menos en nuestra zona!
Melba, amiga, si pudiéramos salvar las distancias... sabes que tienes un plato en mi mesa.
Colo, gracias por tus palabras y tu tiempo. Vuelve cuando quieras, la puerta está abierta.
Tengo que añadir respecto a las migas, que antiguamente, como se comían de desayuno, también se acompañaban de anís (aguardiente) lo que contribuía a entrar en calor.
También se tomaban con leche (siempre que no se le echase chorizo ni panceta). Las migas se echaban en un tazón con leche y se comían con la cuchara. Se les llamaban: "migas canas".
A otras personas les gusta tomarlas con chocolate líquido.
Como veis con este plato se cumple lo de que "en la variedad está el gusto".
Un abrazo para tod@s y gracias por venir.
Conchi
Conchi, que buenas las comí la semana pasada allí en nuestra tierra, con ajos y pimientos, tocino, chorizo... riquísimas.
ResponderEliminarLa receta es la misma que la tuya, porque ya sabes que estamos a 100 km de distancia. Tambien tengo que decir que de pequeña comía migas canas casi todos los días por la mañana, las hacía mi padre antes de irse al campo a trabajar.
Saludos a tod@s
¡Dios mio que hambre!Con lo que me gustan, yo las hago con bastante frecuencia porque en casa les encantan a todos.Nosotros ponemos también tiritas de bacalao salado y naranjas.
ResponderEliminarQue tengas una semana estupenda.
Ah si vas a visitar a Tatuy le das recuerdos, es encantadora.
Nunca he comido migas,aquí no es costumbre. Lo que recuerdo es la sopa de ajo que se comia mi abuelo, con miga de pan. A mi me gustaba. Las migas tal y como has explicado la receta, estoy segura de que me encantarían. He de confesar que a mi me gusta todo, me encanta comer, luego pasa lo que pasa, los kilos de mas, la ropa apretada, ¿porque no podremos comer sin engordar? ¡que cruz!
ResponderEliminarUn abrazo
Tomi, sé que en tu tierra las hacéis muy parecidas, entre otras cosas lo leí en tu blog el invierno pasado, creo, jeje.
ResponderEliminarMarisa, no las he comido nunca con bacalao (lo siento por mi marido que no puede comer sal...)Me alegro que tú también las hagas.
África, las migas no engordan, jaja. Todo depende de la cantidad que se coma. Ya sabes, te invito a probarlas.
La próxima vez tengo que añadir los pimientos y el bacalao!
Un abrazo y gracias por venir.
Conchi
Buena idea lo de las migas canas, sustituyen a los picatostes.
ResponderEliminarConchi, un abrazo
¡Que buenas! es una de mis comidas favoritas. Esta semana las tengo que hacer que sobre todo a los niños los vuelve locos ¡se parecen a la madre!
ResponderEliminarbesos
ummm mi plato preferido, que delicia, tambien he estado viendo tu blog y tus trabajos son originales y las pinturas preciosas.
ResponderEliminarUn saludo
Aisssss que no puedo tomarlas.... engordan una barbaridad... pero se las hago a los míos y se chupan los dedos... jejeje
ResponderEliminarUn beso, preciosa.
Natacha.
Yo tampoco comí migas, me pasa como a Julia (Africa) que sí comí, cuando era niña, sopas de ajo, me gustaban mucho pero la receta se fué con quien las hacía.
ResponderEliminarPrometo preparar las migas y si no encuentro el punto, te aviso y pones un plato más a la mesa que voy corriendo...
Abrazos.